Receta de otoño sencilla, rápida y deliciosa que vendrá bien a niños y mayores con este frío que estamos teniendo. Se trata de aprovechar los alimentos de temporada para poder cocinar rico y barato, así que esta vez os traigo un puré de castañas salado.
- 25 castañas de tamaño medio
- Un vaso de leche semidesnatada
- Sal y pimienta
En esta receta la única dificultad reside en pelar las castañas, así que vamos a ello, y lo demás será coser y cantar.
Tenemos que hacer un corte a las castañas, una por una, porque si no explotarían en la olla, así que con un cuchillo de punta y por el lado en el que la castaña es más planita, hay que clavar el cuchillo y levantar la piel gruesa hasta hacer un corte, o como hago yo, un agujerito.
Pondremos las castañas en una olla grande que las cubra bien de agua y dejaremos hervir 25 minutos. Después colaremos el agua y tendremos que pelar cada castaña, con cuidado de no quemarnos pero no dejando que se enfríen porque sino no hay manera de quitarles la piel. Es importante no tener prisa y retirar bien la piel de dentro, porque amarga mucho. En este caso no hay necesidad de quitar la piel con mucho cuidado porque no necesitamos la castaña entera, así que tampoco es para tanto :)
Ahora tan sólo tendremos que poner las castañas cocidas en un vaso, añadir sal y pimienta al gusto e incorporar un vaso de leche caliente (la cantidad dependerá de lo espeso que queráis el puré, así que id añadiendo poco a poco). Con la batidora conseguiremos el puré en unos minutos y sin esfuerzo.
Muy original
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