viernes, 24 de octubre de 2014

Compota de manzana

Un postre facilísimo, delicioso y versátil donde los haya es la compota de manzana, se puede usar como acompañamientos de carnes, como postre, como mermelada... así que no vamos a perder tiempo y nos ponemos a ello.

Necesitaremos: 
  • Manzanas (yo uso verdes por la acidez)
  • Canela en rama y en polvo
  • Anís estrellado
  • Limón
  • Miel




Primeramente lavaremos bien las manzanas (hemos tenido la suerte de usarlas cogidas directamente del árbol de mis abuelos, así que había que asegurarse bien de que estaban limpitas), las pelaremos y las cortaremos en trozos. Pondremos las manzanas en una olla grandecita y exprimiremos el zumo de un limón grande. 


Lo pondremos todo al fuego con dos ramitas de canela y lo dejaremos aproximadamente 20-25 minutos a fuego medio (hasta que las manzanas estén blanditas).


Añadiremos una cucharada colmada de miel de flores para endulzar la compota sin usar azúcar refinada y añadiremos una estrella de anís estrellado y dejaremos unos 5-10 minutos más.


Pasaremos por la batidora, aún en el fuego, para triturar los trozos de manzana y darle textura a la comporta, eliminando previamente la canela y el anís estrellado. 


Apagaremos el fuego, pasaremos la compota al vaso de la batidora y añadiremos canela en polvo al gusto.


 Volveremos a batir bien y ya tendremos nuestra compota natural preparada. A mí me encanta con morcilla y hojaldre, ahí os dejo la idea. 








Salsa de tomate frito casera

Los que me conocéis sabéis que una de mis obsesiones es no desperdiciar las cosas y especialmente la comida, así que hay que pensar en como evitar que se nos pongan malos alimentos que por un motivo u otro no hemos consumido. Esta vez vamos a preparar salsa de tomate frito casera para aprovechar tomates que nos han regalado de Madrid y La Rioja y que tienen un color, y un sabor que no se pueden comparar con los que adquirimos en las grandes superficies.

Necesitaremos: 
  • 2 kg de tomates (nosotros hemos usados dos tipos y un bote de tomate en conserva casero)
  • 1 cebolla y media dulces
  • 1 pimiento rojo
  • 1 pimiento verde
  • 2 dientes de ajo grandes
  • 3 guindillas secas
  • 100 ml de aceite de oliva
  • 2 hojas de laurel
  • Sal, pimienta y azúcar

El primer paso será preparar una cazuela grande y poner a calentar el aceite. Cuando esté preparado añadiremos la cebolla cortada finita en juliana y las 3 guindillas. Dejaremos 15 minutos para que vaya caramelizando y evitar así añadir posteriormente demasiada azúcar y aumentar mucho las calorías de la salsa.


Mientras se va haciendo la cebolla, pelaremos y cortaremos en dos trozos los dientes de ajo, y lavaremos y cortaremos los tomates y los pimientos. No vamos a pelar las verduras ya que al pasar por el pasapurés las pieles se eliminan y ahora nos aportarán mucho sabor. Añadiremos estos ingredientes a la cebolla y cuando empiecen a hervir añadiremos las dos hojitas de laurel.











Hay que remover un poco para que el tomate vaya deshaciéndose y dejando espacio para los pimientos y los ajos. Dejaremos hervir a fuego medio bajo 40'.











Pasado este tiempo, si vemos que se ha deshecho bien todo y queda pieles blandas, pasaremos por el pasapurés y probaremos para determinar la cantidad de sal, pimienta y azúcar que vamos a necesitar para nuestra salsa.


Cuando esté todo pasado y no queden más que restos de pieles, volveremos a poner la salsa al fuego y añadiremos el azúcar, la sal y la pimienta al gusto. 

Pondremos a fuego lento para que reduzca y se espese y removeremos de vez en cuando para que no se pegue. Cuidado, salta bastante, así que si queréis taparlo dejando una rendijita para que salga el vapor, será la manera de evitar poner la cocina perdida. Nuestra salsa estaba en su punto a los 30 minutos.


Ahora sólo nos queda lavar bien el bote de cristal donde vayamos a envasar y si se trata de uno reutilizado, hervir la tapa durante unos 15' aproximadamente para evitar bacterias. Envasaremos la salsa en caliente y llenaremos el bote, cerrándolo y dejándolo boca abajo para que salga el aire, hasta que se enfríe. Nos ha salido cantidad suficiente para llenar un bote de unos 600 o 700 gr. más o menos.


Si queréis hacer conservas para más tiempo tendréis que esterilizar y sellar los botes, hirviéndolos llenos, al baño maría, durante unos 20' y poniéndolos después boca abajo a enfriar.

A mí me gusta picantita y con trozos, pero eso queda a vuestro gusto, lo que os aseguro es que merece la pena el tiempo que lleva prepararla porque no tiene comparación con la salsa envasada.



domingo, 5 de octubre de 2014

Bollicaos caseros

Siempre tratamos de sorprenderos y buscar recetas que no imaginamos que se puedan hacer en casa y que realmente están mucho mejor, así que en este propósito vamos a explicaros como hacer "bollicaos" caseros. 

Necesitaremos:
  • 375 gr de harina de fuerza
  • 40 gr de azúcar
  • 50 gr de mantequilla
  • 200 ml de leche desnatada templada
  • 1 cucharadita rasa de sal
  • 1 sobre de levadura de panadería
  • Crema de chocolate

Lo primero que haremos será tamizar la harina en un bol y amasarla con la sal, el azúcar y la leche ligeramente templada un buen rato.














Añadiremos la mantequilla en pomada y el sobre de levadura de panadería  y con las varillas eléctricas amasaremos hasta integrarlo todo, cuesta un poco y se irá ralentizando la máquina, así que de vez en cuando habrá que soltar la masa de las varillas y continuar amasando.











Cuando veamos que se ha integrado suficiente como para manipular la masa, enharinaremos ligeramente la encimera y continuaremos amasando con las manos hasta conseguir una masa lista y elástica. Formaremos una bola y la pondremos en un bol enharinado y tapado con papel film en un sitio cálido durante una hora para que aumente su volumen. (No sube tanto como los bollos normalmente, no os preocupéis si no dobla su volumen).


Pasado este tiempo iremos cortando trozos de masa (yo lo dividí en 7 trozos) y con ayuda del rodillo le daremos forma de rectángulo. Ahora la crema de chocolate se rellenará al gusto, nosotros ponemos bastante cantidad salvando los bordes para que no se salga, pero de forma que todo el bollo quede bien relleno.











Cerrarlo en sencillo, se doblan los lados largos hacia adentro uno encima del otro y las puntas se cierran pegándolas hacia arriba, apretando ligeramente con las yemas de los dedos.











Colocaremos papel de horno en una bandeja y pondremos los bollitos formados con el doblez hacia abajo, taparemos con papel film y dejaremos media hora que la masa repose. No van a crecer mucho, pero no os preocupéis si os parecen pequeños, en el horno adquieren el tamaño de los originales.


Precalentaremos el horno a 200º y hornearemos los bollos aproximadamente 10 minutos con calor arriba y abajo a la misma temperatura, hasta que los veamos dorados. Para enfiar, siempre mejor sobre una rejilla.


El resultado es mejor que el original y estoy segura que no volveréis a comprarlos industriales.