Siempre tratamos de sorprenderos y buscar recetas que no imaginamos que se puedan hacer en casa y que realmente están mucho mejor, así que en este propósito vamos a explicaros como hacer "bollicaos" caseros.
- 375
gr de harina de fuerza
- 40
gr de azúcar
- 50
gr de mantequilla
- 200
ml de leche desnatada templada
- 1
cucharadita rasa de sal
- 1
sobre de levadura de panadería
- Crema
de chocolate
Lo primero que haremos será
tamizar la harina en un bol y amasarla con la sal, el azúcar y la leche
ligeramente templada un buen rato.
Añadiremos la mantequilla en pomada y el sobre de levadura de panadería y con las varillas eléctricas amasaremos hasta integrarlo todo, cuesta un poco y se irá ralentizando la máquina, así que de vez en cuando habrá que soltar la masa de las varillas y continuar amasando.
Cuando veamos que se ha integrado suficiente como para manipular la masa, enharinaremos ligeramente la encimera y continuaremos amasando con las manos hasta conseguir una masa lista y elástica. Formaremos una bola y la pondremos en un bol enharinado y tapado con papel film en un sitio cálido durante una hora para que aumente su volumen. (No sube tanto como los bollos normalmente, no os preocupéis si no dobla su volumen).
Pasado este tiempo iremos
cortando trozos de masa (yo lo dividí en 7 trozos) y con ayuda del rodillo le
daremos forma de rectángulo. Ahora la crema de chocolate se rellenará al gusto,
nosotros ponemos bastante cantidad salvando los bordes para que no se salga,
pero de forma que todo el bollo quede bien relleno.
Cerrarlo en sencillo, se doblan los lados largos hacia adentro uno encima del otro y las puntas se cierran pegándolas hacia arriba, apretando ligeramente con las yemas de los dedos.
Cerrarlo en sencillo, se doblan los lados largos hacia adentro uno encima del otro y las puntas se cierran pegándolas hacia arriba, apretando ligeramente con las yemas de los dedos.
Colocaremos papel de horno en una bandeja y pondremos los bollitos formados con el doblez hacia abajo, taparemos con papel film y dejaremos media hora que la masa repose. No van a crecer mucho, pero no os preocupéis si os parecen pequeños, en el horno adquieren el tamaño de los originales.
Precalentaremos el horno a 200º y hornearemos los bollos aproximadamente 10 minutos con calor arriba y
abajo a la misma temperatura, hasta que los veamos dorados. Para enfiar,
siempre mejor sobre una rejilla.
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