jueves, 28 de noviembre de 2013

Buttercream de chocolate

Vamos a preparar una cobertura de chocolate para nuestros cupcakes que hará la delicia de los más golosos de la casa, da igual la edad que tengan.


Necesitaremos:
  • 125 gr de mantequilla sin sal
  • 125 gr de Icing sugar (o azúcar glass tamizada)
  • Una cucharada de cacao puro el polvo
  • 4 cucharadas colmadas de crema de cacao (a mí me gusta más ésta que la Nutella)



Lo primero que haremos será sacar de la nevera tanto la mantequilla como la crema de cacao, aproximadamente 30 minutos antes, para que pierdan dureza pero mantengan el frío que nos ayudará a dar textura a la buttercream.

Batiremos la mantequilla con la batidora eléctrica hasta que quede blanquecina y con textura crema y a continuación iremos añadiendo el icing sugar poco a poco para que no vuele por toda la cocina. Batiremos hasta integrarlo todo, esto lleva un rato. (El icing sugar es caro pero merece la pena la inversión).


Incorporaremos un cucharada pequeña de cacao puro en polvo para dar color a la buttercream que sino queda muy clarita. Seguiremos batiendo un par de minutos a velocidad media-alta.


Por último añadiremos 3 cucharadas colmadas de crema de cacao fría pero manejable y seguiremos batiendo con la batidora eléctrica unos 5 minutos más o hasta que la consistencia sea de trufa espesa.


Antes de utilizarla para decorar nuestros dulces, meteremos la buttercream en la nevera mínimo 10 minutos y no más de media hora para darle consistencia, pero que no se quede tan dura que no se puede meter en la manga pastelera.
 
Y ya tenemos un crema dulce y deliciosa para coronar nuestros cupcakes, que también servirá para rellenar nuestras tartas. Estos cupcakes los decoré con mini Lacasitos, que son perfectos para esto y con unas chocolatinas de chocolate blanco que hice yo misma el día anterior.

 

lunes, 25 de noviembre de 2013

Puré de castañas

Receta de otoño sencilla, rápida y deliciosa que vendrá bien a niños y mayores con este frío que estamos teniendo. Se trata de aprovechar los alimentos de temporada para poder cocinar rico y barato, así que esta vez os traigo un puré de castañas salado.
 


Necesitaremos: (cantidades para una o dos personas como acompañamiento)
  • 25 castañas de tamaño medio
  • Un vaso de leche semidesnatada
  • Sal y pimienta




En esta receta la única dificultad reside en pelar las castañas, así que vamos a ello, y lo demás será coser y cantar.
 
Tenemos que hacer un corte a las castañas, una por una, porque si no explotarían en la olla, así que con un cuchillo de punta y por el lado en el que la castaña es más planita, hay que clavar el cuchillo y levantar la piel gruesa hasta hacer un corte, o como hago yo, un agujerito.

 
Pondremos las castañas en una olla grande que las cubra bien de agua y dejaremos hervir 25 minutos. Después colaremos el agua y tendremos que pelar cada castaña, con cuidado de no quemarnos pero no dejando que se enfríen porque sino no hay manera de quitarles la piel. Es importante no tener prisa y retirar bien la piel de dentro, porque amarga mucho. En este caso no hay necesidad de quitar la piel con mucho cuidado porque no necesitamos la castaña entera, así que tampoco es para tanto :)
 

Ahora tan sólo tendremos que poner las castañas cocidas en un vaso, añadir sal y pimienta al gusto e incorporar un vaso de leche caliente (la cantidad dependerá de lo espeso que queráis el puré, así que id añadiendo poco a poco). Con la batidora conseguiremos el puré en unos minutos y sin esfuerzo.

 
¡Listo! se puede servir templado o frío, a vuestro gusto y es una acompañamiento delicioso para carnes rojas, y especialmente para carne de caza, que también es de esta época.

 

Pastel de carne

Esta receta es la manera en la que hago yo el pastel de carne, pero existen infinidad de recetas diferentes y de resultados finales para este plato, así que espero que os guste.

Para la masa necesitaremos:
  • 300 gr de harina
  • 100 gr de mantequilla
  • Agua caliente




Para el relleno necesitaremos:
  • 375 gr de carne picada
  • 1/4 de cebolla grande
  • 100 gr de champiñones laminados
  • Aceite
  • Sal y pimienta
  • Nuez moscada
  • Salsa Perrins
  • Una pastilla de caldo de pollo
  • Agua


La masa es un poco ardua de preparar, así que si no os apetece mancharos las manos y hacer ejercicio de brazos, lo mejor es sustituirla por masa de hojaldre, eso lo dejo a vuestra elección.
 
Para preparar la masa, vamos a calentar un par de cucharadas de agua en el micro y con el calor derretiremos la mantequilla hasta dejarla casi líquida. Incorporaremos esta mezcla a la harina haciendo un volcán en el centro. Nos va a costar bastante integrar esta masa, y tendremos que ir añadiendo agua caliente a la mezcla para ir formándola, eso sí, muy poco a poco, porque si os pasáis hay que añadir tanta harina que casi es mejor empezar de cero.

 









Aunque parezca imposible que vaya a ligar la masa, cuando tengáis una textura en la que se pegue pero al girarla se vuelva a deshacer, la sacaréis a vuestra mesa de trabajo y amasaréis durante aproximadamente 15 minutos para conseguir una masa lisa y elástica. Envolveremos en papel transparente y reservaremos en la nevera.

Para el relleno, lo primero será poner a pochar la cebolla con un poquito de aceite y sal y cuando vaya cogiendo color añadir el champiñón.
 
 
Mientras se va haciendo, salpimentaremos nuestra carne y la añadiremos a la sartén removiendo para que se separe bien y se nos haga adecuadamente.














Enseguida cambiará de color, y entonces será el momento de añadir un chorrito de salsa Perrins y nuez moscada al gusto. Por último disolveremos el cubo de caldo de pollo en un vaso de agua caliente y lo repartiremos por toda la sartén para mojar bien la mezcla.

 
Ya tenemos el relleno preparado y os aseguro que queda riquísimo y super sabroso, así que lo dejaremos reservado para que se vaya enfriando mientras continuamos con la receta.
 
Vamos a elegir el molde que más nos guste y a engrasarlo con aceite para que no se nos pegue nuestro pastel. Cogeremos 2/3 de la masa que tenemos en la nevera y amasaremos hasta conseguir que se adapte al molde elegido. Nos costará un ratito porque es un poco dura esta masa, pero si veis que no sois capaces de seguir, dejadla un rato en la nevera y volverá a adquirir elasticidad.

 
Asentaremos esta parte en nuestro molde de la manera que más os guste y llenaremos el molde con el relleno frío que teníamos reservado. (Para colocarla bien, lo mejor es levantar entre dos personas la masa para meterla a la vez lo más centrada posible).

 
Finalmente taparemos el pastel con la masa que nos había sobrado y untaremos la superficie con aceite para que tome un dorado más vistoso. (Yo he utilizado un plato para darle la forma redonda a las dos partes de la masa, por si os puede servir de ayuda).

 
En el horno tendréis que vigilar cuando queda doradito, en el mío, a 190º ha tardado 40 minutos en tomar el aspecto deseado. Podéis acompañar este delicioso plato con el puré de castañas, y será un alimento perfecto para los días de frío y mucha actividad, en los que necesitáis energía.

 

sábado, 9 de noviembre de 2013

Mejillones con patatas fritas (estilo belga)

Hola a tod@s!!

Uno de nuestros últimos viajes fue a Bélgica, de ahí, a parte de inolvidables y maravillosos recuerdos, nos llevamos el saborcillo de los mejillones con patatas fritas que sirven, si no en todos, en casi todos los restaurantes de Bruselas. Nada más llegar decidí que no era posible viajar a Bélgica cada vez que quisiéramos probarlos, así que me puse manos a la obra y voilá! Aquí tenéis esta riquísima receta: Mejillones con patatas fritas al estilo de Bruselas.

Para prepararlos vamos a necesitar:


  • 1 kg de mejillones
  • 2 ramas de apio
  • 1 cebolla roja
  • Sal
  • Pimienta
  • 50 gr de mantequilla
  • Aceite
  • Patatas (al gusto)




En primer lugar cortamos muy finito la cebolla y el apio, es lo primero que vamos a cocinar:




En una olla grande pondremos a derretir la mantequilla, cuando esté toda fundida añadimos la cebolla y el apio para que se hagan un poquito (el que haya estado en Bruselas sabrá que el olor que aquí empieza a invadir la cocina es muy característico)











Mientras se hace la cebolla y el apio limpiamos bien los mejillones, hay que quitarles los pelitos (yo me ayudo de un cuchillo) y quitarles todas las conchitas que puedan tener pegadas, yo lo que hago es frotar fuerte uno contra otro debajo del grifo, así se limpian muy bien:


Añadimos los mejillones a la olla y echamos agua hasta tenerlos casi cubiertos, podemos añadir también un poco de vino blanco, eso va por gustos (yo les suelo añadir un vasito)




Mientras los mejillones cuecen cortaremos las patatas para freírlas en aceite bien caliente, se pueden hacer en taquitos o alargadas, al gusto, yo personalmente me gustan las alargadas de toda la vida ;)




Cuando todos los mejillones estén abiertos será el momento de servir el plato, se puede escurrir un poco del caldo, pero está tan bueno que no lo recomiendo, tampoco hace falta pasarlos a otro recipiente, con un salvamanteles podremos llevar tranquilamente la olla con los mejillones a la mesa :)



Y ya está! Es un plato muy, muy sencillo y que realmente queda buenísmo, no hace falta irse a Bélgica para tomar estos deliciosos mejillones con patatas fritas.

Esperamos que os gusten y probéis a prepararlos.

Saludos a tod@s!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Plumcake original

La última receta dulce que hemos preparado ha sido un plumcake original que tenía muchas ganas de probar. El plumcake habitualmente se reconoce como un bizcocho con una forma determinada, pero en realidad es una receta clásica británica, que a mí personalmente me parece deliciosa siguiendo esta receta, porque es un bizcocho muy jugoso.

Necesitaremos:
3 huevos
350 gr de harina
220 gr de azúcar glass
200 gr mantequilla
Cubo de levadura fresca
½ sobre de levadura química
100 gr de fruta escarchada
Un chupito grande de ron añejo

Lo primero será poner en un cuenco la fruta escarchada y rociarla con el ron; la dejaremos macerar para que la fruta tome el sabor del ron, que le dará un toque delicioso.


Por otro lado habrá que mezclar la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar glass y continuar hasta que quede blanquecino y espumoso. A continuación iremos incorporando los huevos de uno en uno no incorporando el siguiente hasta tener el anterior bien integrado.












Una vez integrada esta mezcla, añadiremos la harina, previamente tamizada y mezclada con la levadura química, poco a poco, integrando bien la vertida, antes de continuar añadiendo más harina. Seguiremos mezclando hasta conseguir una masa sin grumos, como dicen los pasteleros a "punto cinta".


Separaremos las frutas del ron y lo utilizaremos para diluir la levadura fresca, tras haberlo calentado un poquito en el microondas. Incorporaremos este líquido a la masa y mezclaremos bien.


Finalmente será la fruta escarchada macerada en el ron la que se incorpore a la masa, y se mezcle bien para que se esparza por todas partes.


Pondremos el horno a precalentar a 180º y mientras tanto enharinaremos un molde típico de plumcake y repartiremos bien la masa de manera homogénea ayudándonos con una espátula. No se puede llenar más de los 3/4 del molde, o cuando empiece a crecer se derramará y estropeará nuestro plumcake.

En el horno estará aproximadamente 50 minutos con calor sólo abajo, hasta los últimos 15 minutos en los que añadiremos también el calor por arriba, para que se abra el plumcake y quede con su aspecto característico. Está riquísimo!!!

 

domingo, 3 de noviembre de 2013

Buñuelos de viento rellenos de trufa

Hola a tod@s!
En esta ocasión vamos a preparar uno sabrosos buñuelos de viento rellenos de trufa, aunque los podéis rellenar de lo que queráis: Crema pastelera, nata, manzana... e incluso comerlos simplemente rebozados en una mezcla de azúcar con canela, están buenísmos!!

Para preparar la masa vamos a necesitar los siguientes ingredientes:




  • 200 gramos de harina
  • 150 gramos de mantequilla
  • 250 ml de leche
  • 6 huevos
  • 1 cucharadita rasa de sal fina
  • Aceite
  • Azúcar glas para decorar





En primer lugar pondremos en una olla a calentar la leche junto con la sal y la mantequilla, removeremos continuamente con una espátula hasta que la mantequilla se deshaga completamente:




Cuando la mantequilla se haya deshecho por completo añadiremos la harina, toda de golpe, esto es importante, no hay que echarla poco a poco si no toda a la vez:




Con la ayuda de la espátula y con el fuego lo más bajo posible iremos removiendo la masa, hasta conseguir que ésta sea uniforme y se despegue de las paredes de la cazuela, hay que trabajarla con paciencia durante unos diez minutos, una vez conseguida la masa la pasaremos a un recipiente de cristal:





Dejaremos la masa reposar un poco para que enfrie, pues lo siguiente que vamos a hacer es añadir los huevos, uno por uno, y la masa no puede estar demasiado caliente ya que corremos el riesgo de que el huevo cuaje con el calor de la masa.



Cada huevo debe ser completamente integrado en la masa antes de añadir el siguiente, para eso iremos haciendo movimientos envolventes de fuera hacia dentro para que el huevo se mezcle bien.
Cuando hayamos añadido todos los huevos (en nuestro caso fueron 6, pero podrían ser 5 o 7, según el tamaño de estos) tendremos una masa cremosa como una bechamel muy, muy suave, que caiga de la espátula al levantarla, no que se quede pegada.




Para freír los buñuelos pondremos en una sartén abundante aceite a calentar, no debe estar demasiado caliente para que los buñuelos no se quemen, por eso entre tanda y tanda recomiendo sacar la sartén del fuego un poco para que pierda un poco de temperatura. Para hacer los buñuelos usaremos dos cucharillas de café, aunque podemos usar una manga pastelera y cortar pequeños trocitos según vayan saliendo.
Para que la técnica de las cucharillas funcione es recomendable humedecerlas con el aceite caliente antes de empezar a formar los buñuelos:


Del bol tomaremos con una de las cucharillas la cantidad equivalente a la mitad de una de éstas, y con la otra nos ayudaremos para desprender la masa sobre el aceite caliente:


Con una espumadera o un par de tenedores, lo que más fácil nos sea, iremos dando la vuelta a los buñuelos y vigilando que no se quemen, cuando estén doraditos por todos lados los sacaremos a un plato o fuente con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite:



Cuando hayan enfriado con una manga pastelera los podremos rellenar con trufa, nata, crema o lo que queramos, también se pueden rebozar simplemente en azúcar y canela, lo que queráis, lo divertido de esta receta es que ofrece infinidad de posibilidades.
Para preparar la trufa del relleno puedes pulsar en "CREMA DE TRUFA".

Y ya está, aquí tenéis unos buñuelos parra comerlos en familia o con amigos en Todos los Santos (o cuando queráis):



Y nada más, espero que disfrutéis de esta receta porque realmente quedan riquísmos ;)

Saludos a tod@s!!