Seguimos ampliando la variedad de recetas que ofreceros en el blog, inagurando la sección de Bebidas con el delicioso y sanísimo zumo de tomate.
Necesitaremos:
- Tomates maduros (y fríos)
- Apio
- Limón (frío)
- Sal y Pimienta
- Batidora o Licuadora
Lo primero será lavar bien los tomates, cortarlos por la mitad y retirar las pepitas que puedan tener. Aquí, según los gustos y manías de cada uno elegiréis entre pelar o no los tomates, personalmente creo que es mucho mejor y que tiene mayores beneficios el utilizar la piel en el zumo, así que los dejo enteritos.
Para dos copitas con dos tomates grandes tendremos suficiente, así que los echaremos en el vaso de la batidora (si tenéis licuadora siempre es mucho mejor porque queda más ligero y colado, pero con la batidora también quedan perfectamente). Añadiremos el zumo de medio limón, con cuidado de que no caigan en el vaso las semillitas y unos 10 cm de tallo de apio y empezaremos a batir.
Cuando tenga la consistencia buscada y no queden trocitos de nada añadiremos la sal al gusto y volveremos a batir un poco más.
Para servir pondremos dentro de las copas otro trozo del tallo del apio para decorar, echaremos el zumo y añadiremos la pimienta molida en el momento (si puede ser) que le dará no sólo sabor sino también un aroma espectacular. (Yo he añadido una mezcla de pimientas para que además le diera un toque visual diferente).
Si no teniaís los tomates y el limón lo suficientemente fríos podéis llevarlo un ratito a la nevera o incluso añadir un poquito de hielo pilé, porque como está más rico es fresquito.
Está riquísimo y os aportará un montón de vitaminas!!
PD. A mí me gusta añadir al principio no sólo el tallo del apio sino un puñadito de las hojas muy bien picadas porque creo que le da un sabor muy especial, pero aviso que puedes notar algún trocito al beber y no a todo el mundo le gusta.
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