Caracolas de canela para principiantes

La receta dulce de esta semana es muy sencilla en la elaboración del bollo pero nos permite avanzar un poco en los conocimientos de glaseados y almíbares, que luego podréis utilizar en otras recetas

Necesitaremos:

• Hojaldre fresco (en otro momento os enseñaré la masa casera, pero para hacer las primeras es lo más fácil)
• Azúcar moreno (nosotros usamos la integral, pero vale cualquiera)
• Canela
• Mantequilla
• Leche (no importa que sea entera, semi o desnatada)
• Azúcar glass
• Agua
• Extracto de vainilla (opcional)

Extenderemos en nuestra mesa de trabajo el hojaldre y lo pintaremos con la mantequilla derretida unos segundos en el microondas.

Repartiremos por toda la lámina el azúcar moreno y la canela abundantemente cubriendo bien el hojaldre.

Para formar las caracolas haremos tiras de unos 2 cm de ancho, osea unas 5 por lámina de hojaldre, y con cada una de las tiras lo que haremos será doblarla a la mitad presionando, un poquito, en la unión para que no se despeguen al meterlas al horno.

Después, enroscaremos cada tira resultante desde un extremo hasta el otro, y ya tendremos el bollito preparado. Repetiremos lo mismo con todas las tiras y las colocaremos en la bandeja de horno  con un poco de papel para hornear, con la parte en la que se ve la unión hacia abajo.

Ponemos a precalentar el horno con calor arriba y abajo a 180 grados y preparamos el glaseado previo a hornear.

En un cacito echamos una medida (yo he usado una cuchara sopera) de mantequilla en pomada (bastante derretida aunque no líquida) y la misma cantidad de azúcar moreno. A continuación añadiremos el doble de leche caliente y canela al gusto y batiremos con unas varillas hasta que quede bien integrado todo.

Con un pincel de silicona pintaremos abundantemente las caracolas por arriba y por los lados y las metemos en el horno entre 15 y 20 minutos, hasta que las veáis doraditas.

Cuando les falte poquito para estar listas aprovecharemos para preparar el glaseado que les dará el toque especial. En un bol pequeño echaremos el azúcar glass, aproximadamente 150 gramos (la verdad es que yo lo hago a ojo) y un chorrito de agua, no mucha, y comenzaremos a mezclar con las varillas. Iremos añadiendo agua a pocos, según veamos la necesidad del glaseado, pero no será mucha cantidad porque este tipo de azúcar se disuelve muy bien.

Añadiremos un chorrito de vainilla (no es necesario, pero creo que le da un sabor muy rico) y seguiremos removiendo hasta que quede de color homogéneo. Tenemos que conseguir un semi líquido como se ve en la foto que se puede extender.

Cuando las caracolas estén listas las colocaremos en la bandeja que las vayamos a guardar y con una cucharita esparciremos el glaseado por encima. La cantidad dependerá de los golosos que seáis, pero os aviso que le aporta jugosidad al hojaldre y personalmente creo que queda delicioso.

No tienen comparación con la bollería industrial, estas son muchísimo más ricas y sobre todos mucho más sanas, así que no querréis volver a comprar bollos en el supermercado...

Croissants rellenos de chocolate

Hola a tod@s!!!

Esta vez os traigo unos deliciosos croissants de chocolate, que van a ser la delicia de los más golosos de la casa. Hay muchas recetas para hacer croissants, pero ésta es una perfecta para principiantes porque son sencillos, rápidos y muy vistosos, así que no perdamos más tiempo...

Necesitaremos:

• Masa de hojaldre fresca (nosotros hemos usado dos láminas, pero con una ya os salen unos 8 croissants más o menos)
• Crema de cacao
• Almíbar: compuesto por:
• Una medida de agua  (una taza está bien)
• 1/2 medida de azúcar
• Unas gotas de vainilla líquida

Lo primero que haremos será preparar el almíbar poniendo el agua en un cazo y añadiendo el azúcar removiendo para que se disuelva. Nosotros hemos decidido añadir unas gotas de aroma de vanillia, pero se puede añadir rayadura de límón o naranja, o cualquier otra cosa que se os ocurra que pueda darle un toque especial a los croissants.

Una vez que el almíbar llegue a punto de ebullición, lo dejaremos aproximadamente 8 minutos, lo apartaremos del fuego y reservaremos.

Extendemos la lámina de hojaldre sobre la encimera o mesa de trabajo y cortamos la masa a la mitad. De cada una de las mitades cortaremos los triángulos de la manera que os mostramos en la foto (salen unos 4 o 5 triángulos).

Cuando tengamos todos preparados, cogeremos la crema de cacao ( ya sea preparada o hecha en casa) y untaremos cada unos de los croissants, desde el centro hacia los bordes, dejando aproximadamente un centímetro sin untar en los bordes del triángulo.

Ahora vamos a formar los bollitos tomando la parte más ancha y enrollando sobre sí mismos hasta llegar a la punta, que pegaremos con cuidado, sin aplastar, pero evitando que se pueda abrir al meterlo en el horno. Sólo hay que tener un poquito de mimo para que los croissants queden perfectos.

En este momento pondremos una lámina de papel de horno en la bandeja del mismo y pondremos los bollos encima dejando una separación entre cada uno para que al crecer no se monten. Con un pincel de silicona pintaremos con el almíbar cada uno de los bollos abundantemente de manera que queden bien cubiertos.

Es el momento de meterlos al horno, que estará precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo y los dejaremos entre 15 y 20 minutos hasta que se vean doraditos. Ya están listos nuestros croissants!!

Pan de ajo

Esta vez, como excepción, voy a dejar a un lado el dulce para enseñaros una receta o incluso un truco muy sencillo, que os servirá para aprovechar el pan que os haya sobrado de días anteriores y que no os apetezca rayar o por supuesto, tirar a la basura.

En mi caso particular, me obsesiona el aprovechar la comida y no dejar que se estropee o comprar en exceso y tirarla a la basura, pero creo que en los tiempos de crisis que nos ha tocado vivir, es más importante si cabe.

Necesitaremos muy pocos ingredientes: 

• Pan de días anteriores (el que se ha quedado blando, como chicloso)
• Aceite
• Ajo
• Sal
• Orégano

Vamos a coger un recipiente donde hacer la mezcla y verteremos 3 cucharadas de aceite, una pizca de sal, dos dientes de ajo pequeños pelados y machacados (si podéis, yo los puse cortados en láminas muy finitas porque no tenía prensa-ajos) y orégano al gusto. Mezclaremos bien y dejaremos un par de minutos para que el aceite absorva todo el sabor.

Mientras tanto precalentaremos el horno a 180 grados y cortaremos el pan en rodajas de unos 2 cm de ancho. Colocaremos un trozo de papel de horno sobre una bandeja apta para soportar esa temperatura y colocaremos las rebanadas de pan encima.

Con una brocha iremos echando la mezcla del aceite sobre el pan, hasta que quede bien cubierto, y lo meteremos al horno durante 10 minutos.

Mientras se va haciendo el pan en el horno, volveremos a repetir la primera mezcla de aceite, sal, orégano y ajo (se hace dos veces por la proporción de ingredientes, si se echasen de una sola vez sabría demasiado a ajo o a aceite). Pasados los 10 minutos abriremos el horno y volveremos a pintar las rebanadas de pan, esta vez con la mitad de la mezcla, y lo volveremos a dejar 10 minutos en el horno.

Pasados estos últimos untaremos lo que quede de la mezcla (intentando que esta vez ya no caigan trocitos de ajo grandes, porque no tendrían tiempo para coger el color adecuado) y lo dejaremos 5 minutos más.

El pan quedará doradito y crujiente, y el aceite habrá empapado el pan notándolo mojadito por la parte de abajo también y ya tendremos listo nuestro pan de ajo casero!!!. Para conservarlo lo mejor es guardarlo en una bolsa de plástico con cierre zip, de las de congelar, porque evitará que se ponga duro y aguantará bastantes días en buenas condiciones. Para comerlo seguro que se os ocurren muchas cosas, a nosotros nos encanta con un poco de quedo derretido por encima. Mmmmmmm

Espero que os haya gustado este truco y la próxima vez que tengáis pan para tirar os acordéis de esta receta.

Magdalenas de nata y naranja

Esta receta es muy especial porque es de creación propia, así que espero que todo el cariño que hemos puesto nosotros en preparar esta entrada se transmita cuando preparéis estas magdalenas para los vuestros.

Necesitaremos:

• 4 huevos
• 175 ml de aceite de oliva
• 250 gramos de harina
• 225 gramos de azúcar
• 100 ml de nata para cocinar
• Rayadura de una naranja
• Un sobre de levadura
• Crocante

Comenzaremos echando 3 huevos enteros y la yema del cuarto en un vaso o recipiente en el que podáis utilizar la batidora eléctrica (se podría hacer batiendo a mano, obviamente, pero en el caso de las magdalenas es importante batirlas muy bien, así que no os recomiendo que lo hagáis de esta manera). Lo batiremos durante 2 ó 3 minutos. A continuación añadiremos a esta mezcla la rayadura de una naranja grandecita entera, para que tenga un aroma intenso a esta fruta, que le da un toque muy especial.

Una vez hecho esto, batiremos de nuevo un poquito, añadiremos el aceite y los 100 ml de nata para cocinar (lo común es hacerla con nata para montar, pero nosotros rebajamos un poco la grasa de las magdalenas utilizando nata para cocinar, en este caso de 14% de materia grasa). Ahora tendréis que tener un poco de paciencia y batir durante 5 minutos de reloj, para que las magdalenas queden esponjosas.

Pasado este tiempo, en un recipiente grandecito (yo siempre recomiendo los de cristal para la repostería) echaremos la mezcla que ya tenemos, la harina y por último la levadura. Habrá que ir mezclando todos los ingredientes, integrándolos poco a poco, realizando movimientos semicirculares o envolventes y no batiendo como habíamos hecho hasta ahora. Una vez esté todo bien ligado, dejaremos que nuestra masa repose durante 10-12 minutos.

Transcurrido el tiempo de reposo, cogeremos los moldes elegidos (a mí personalmente me gustan los de silicona, porque son muy cómodos en todos los aspectos y consiguen un buen acabado estético para las magdalenas) en este caso, hemos utilizado unos moldes americanos con forma de corazón, para darle un toque diferente a las magdalenas tradicionales, ya que éstas son las "nuestras".  :-)

En cuanto a las cantidades yo echo aproximadamente 2/3 de la capacidad del molde para que tenga espacio para subir sin rebosar excesivamente.

 A continuación las meteremos en la nevera 10 minutos (esto se debe a que es necesario que la masa esté bien fría antes de meterla al horno). Este es el momento en el que dejar que mande el gusto de cada uno, nosotros hemos puesto crocante por encima, pero es algo opcional, podéis echarle azúcar, avellanas, virutas de chocolate o dejarlas sin nada, de la manera clásica.

Mientras las magdalenas se enfrían, tendremos que precalentar el horno a 230 grados con calor arriba y abajo. Cuando saquemos las magdalenas de la nevera para meterlas al horno, bajaremos la temperatura del mismo hasta los 210 grados y colocaremos la bandeja en el horno en el medio, pero con calor sólo por abajo. Lo dejaremos así unos 15 minutos para que las magdalenas suban y se hagan por dentro y transcurrido este tiempo las dejaremos 5 minutos más con calor arriba y abajo para que se doren y cojan un aspecto apeticible. E voilà! nuestras magdalenas de nata y naranja están listas, sólo habrá que esperar a que se enfríen para desmoldarlas sin que se rompan, si es que sois capaces de aguantar.

Pollo con Cuscús

Hola amig@s, vamos a ponernos un poco "especia"-les y vamos a cocinar un sabroso pollo con cuscús (perdón por el chiste ;) )
Para preparar esta receta voy a utilizar una cuscusera (gracias brotha), pero se puede hacer sin necesidad de utilizarla, no os preocupéis.
Bueno, al grano, y nunca mejor dicho (estoy sembrado). Para esta receta vamos a necesitar:

• 1 Cebolla
• 1 Pimiento Rojo
• 1 Pimiento Verde
• 1 Berenjena
• 6 Jamoncitos de pollo deshuesados
• Aceite
• Sal y Pimienta
• 1 Vaso de vino blanco
• Especias
• Cous-cous

Lo primero que haremos es cortar el pollo deshuesado (pedirle al pollero que lo deshuese si queréis) en trozos pequeñitos, que no haga falta cortalos más para comerlos, lo salpimentaremos al gusto y lo pondremos a dorar en la olla de la cuscusera con un poco de aceite, primero a fuego fuerte para que dore un poco y luego bajamos el fuego y removemos de vez en cuando:

Mientras se hace el pollo cortamos bien la cebolla, el pimiento y la berenjena; cuando esté todo bien picado sacaremos el pollo a un plato y pondremos a pochar la verdura toda junta, removiendo bien para que no se pegue:

Mientras pocha la verdura iremos hidratando el cuscús, para eso pondremos en un bol un vaso de chato con tres cuartas partes de cuscús, templaremos un vaso entero de agua con un poco de sal en el micro y se lo echaremos al bol con el cuscús. Como he dicho antes esto será mientras se pocha la verdura, lo que vendrá a ser que el cuscús se hidratará durante unos 5 minutos.

Cuando la verdura esté pochada añadiremos el pollo, el vaso de vino blanco y otro de agua, una pizca de sal y algunas especias al gusto, yo usé tomillo y hierbas provenzales. Tapamos con la Mafarada y ponemos sobre ella el cuscús que habremos desgranado un poco con las manos, tapamos todo y lo dejamos cocer durante otros 15-20 minutos.
Pasado este tiempo tendremos por un lado el pollo con las verduras y por el otro el cuscús, podemos servirlo por separado o junto, eso lo dejo a vuestra elección ;)

Mirad que pinta:

Y ya en el plato:

Bueno amig@s, os animo a hacer esta receta y que la comentéis ;)

Saludos a tod@s!

Bizcocho de Yogur

En esta ocasión vamos a elaborar un bizcocho de yogur, especialmente esponjoso.

Vamos a necesitar:

• 1 Yogur
• 4 Huevos
• Un sobre de levadura
• 350 gr. de harina
• 200 gr. de azúcar
• 2 cucharadas de aceite
• 1 limón
• Mantequilla

Para empezar la preparación separaremos las yemas de las claras y reservaremos estas últimas mientras eleboramos la pasta inicial. Es importante señalar que utilizaremos las 4 yemas, pero sólo 3 claras, (no tiréis la que sobra, siempre se puede utilizar para preparar cualquier otra receta al día siguiente, guardándola en al nevera). También rayaremos la cáscara del limón, que es lo que necesitamos en esta ocasión, para añadirla en el momento oportuno.

A continuación mezclamos en un recipiente grandecito el yogur con el aceite, el azúcar, las yemas, la levadura, la harina y la rayadura del limón; removemos bien y reservamos. En otro recipiente montaremos las claras de los 3 huevos a punto de nieve, una vez conseguido lo vertemos en la mezcla anterior.

Tomaremos el molde elegido, en este caso un molde rectangular de metal, de los más cómunes para usar en el horno y seremos generosos untando la superficie con mantequilla para que el bizcocho no se pegue, espolvorearemos harina por toda la superficie y echaremos la masa conseguida anteriormente.

El horno estará precalentado a 200 grados y una vez vayamos a introducir nuestro bizcocho lo bajaremos a 180 y dejaremos que se haga durante 25 minutos sin abrir el horno para que no se nos baje y se estropee el aspecto tan delicioso que tiene este bizcocho.

Transcurrido este tiempo abriremos el horno y comprobaremos si ya está listo pinchando con un palito de brocheta o algo parecido; si sale limpio será señal de que el bizcocho esta preparado, si por el contrario sale humedecido habrá que esperar un poco más. Como consejo os diré que es mejor pinchar en el centro y no en los laterales que es probable que se hagan antes y al desmoldar nos llevemos una desagradable sorpresa al comprobar que el bizcocho está líquido en el centro.

Finalmente dejaremos enfriar y desmoldaremos con cuidado, espolvoreando azúcar glass o azúcar avainillado por ejemplo por encima del bizcocho. La presentación es algo muy particular, nosotros hemos preferido hacer cuadraditos y poner azúcar para endulzar un poquito más este delicioso desayuno o sanísima merienda, y éste ha sido el resultado.

Pasta con salsa Carbonara

Hola a tod@s!! Hoy nos vamos a atrever con unos Fetuccini con salsa carbonara; Si bien la salsa carbonara originalmente no llevaba nata o crema de leche, ahora mismo es la receta más extendida y es la que vamos a preparar hoy, a parte de que está buenísima ;)

Para preparar la carbonara necesitaremos:

• 1 Cebolla
• 200 gr Bacon
• 200 gr Queso Emmental rallado
• 100 gr Champiñones
• 2 Huevos
• 250 ml Nata líquida para cocinar
• Aceite
• Sal
• Pasta (vale cualquier tipo de pasta, pero esta

salsa se toma con pastas largas por lo general )
          


Bueno, para comenzar picaremos bien la cebolla, igual que hemos hecho en recetas anteriores, si queda algún trozo más grande no pasa nada que a esta receta para mi gusto le viene muy bien el encontrarse un trocito de cebolla grande de vez en cuando ;)
Para ir ganando tiempo vamos calentado una olla con bastante agua con dos puñaditos de sal y un chorrito de aceite, el agua tiene que llegar a hervir.



 Una vez que la cebolla esté un poco pochada añadimos los champiñones y el bacon bien picados, lo sofreimos todo junto para que suelte saborcillo:


















 Una vez fritos todos lon ingredientes es el momento de echar la pasta al fuego (ya debería de estar hirviendo)
 hacerla segun el comerciante para que quede "al dente". Mientras se hace la pasta echar el queso al resto de ingredientes y la nata a continuación, remover todo hasta que se deshaga el queso.

 Escurrimos la pasta y vertemos la salsa encima, a continuación, echamos lo mas deprisa que podamos los dos huevos bien batidos y removemos bien todo, para que el huevo cuaje con el calor residual:

Esto es todo, servir calentito, con un buen pan y con un buen vino, está rico, rico, rico....

 Espero vuestros comentarios acerca de como os ha quedado esta receta.

Saludos a tod@s!!