El Día de Halloween, víspera del día de Todos los Santos, la receta perfecta para el blog no podía ser otra que la tarta de calabaza o pumpkin pie, que es diferente y deliciosa, y que aunque es algo laboriosa de preparar, es muy sencilla.
Hay muchas recetas, con toda clase de ingredientes, esta es la mía, con cantidades para un tarta pequeña pero gordita y eliminando la mayor parte de grasa posible. Yo hago la masa quebrada casera porque es muy sencilla, pero lógicamente podéis comprar o hacerla con hojaldre, por ejemplo.
Necesitaremos:
Para la masa quebrada:
- 150 gr de harina
- 50 gr de margarina
- 50 gr de azúcar glass
- 2 cucharadas de leche desnatada
Volcaremos en un bol todos los ingredientes y los mezclaremos hasta obtener una masa homogénea, lisa y flexible, que envolveremos en papel film y dejaremos enfriar en la nevera entre 15 y 25 minutos.
Mientras tanto pondremos a pre-calentar el horno a 175º calor arriba y abajo para que esté preparado una vez tengamos la masa fría. Pasado el tiempo, aplastaremos un poco la masa con las manos para mantener su forma redonda y con un rodillo extenderemos hasta conseguir una masa de medio centímetro o algo menos.
Hay que engrasar el molde (yo lo hago con aceite que creo que luego despega mejor) y colocar la masa lo más homogéneamente posible y pincharemos un poquito el fondo para que no suba mientras se hornea. Meteremos en el horno durante 10 minutos (vigilando que no se queme) para que se haga un poquito.
Para el relleno:
- 460 gr de calabaza sin piel ni pipas
- 200 ml de leche evaporada
- 1 huevo
- 100 gr de azúcar moreno
Por otro lado (este paso en realidad lo hice mientras la masa se enfriaba) pelaremos nuestra calabaza y para asarla, cada uno elige su manera, yo lo he hecho en el microondas, cortándola en trozos que coloco en un plato de sopa y lo tapo con papel transparente y dejo que se haga en el micro durante 10 minutos a máxima potencia. Cuidado al quitar el papel film porque el vapor que sale quema mucho. Con un tenedor aplastaremos bien hasta conseguir un puré.
Pasaremos a un bol y añadiremos el resto de ingredientes, mezclando un poco con unas varillas, no mucho, sólo hasta que se integre y obtengamos un color único. Volcaremos sobre nuestra masa quebrada y al horno.
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Como ya tenemos el horno caliente, metemos la tarta a altura media y dejamos que se haga durante 40 minutos. Como siempre, comprobamos con un palito que esté hecha y dejamos que se enfríe en el horno con la puerta medio abierta. (Va a bajar un poco pero es normal y al desmoldarla estará estupenda.
El toque final, azúcar glass por encima o lo que se os ocurra. Y ya tenemos el desayuno para la mañana de Halloween.
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