Con la locura que suponen los días de Navidad no siempre tengo tiempo para escribir los post del blog, así que esta receta es de la Nochebuena del 2013, pero recordamos aún el sabor porque quedó delicioso, así que en un ratito que he sacado voy a explicaros como lo hice.
El tronco de Navidad es el típico postre de Nochebuena en Francia, y se puede hacer de infinidad de sabores, pero yo quería que fuera algo suave, porque después del atracón de la cena, esperas algo que puedas comer sin hacer un esfuerzo, así que decidí que la nata y la trufa serían los sabores elegidos.
- 3 Huevos grandes
- 125 gr Azúcar
- 125 gr Harina
- Una pizca de sal
- Ralladura de un limón
- Nata montada
- Trufa (Aquí la receta)
- Decoración: (opcional, también puede espolvorearse sólo azúcar glass) formas de azúcar, bolitas de chocolate y guindas con azúcar.
- Para el almíbar
- 100 gr Azúcar
- 100 ml Agua
- 2 ramas de canela
- 2 estrellas de anís estrellado
El bizcocho utilizado como base es el bizcocho genovés o genoise, que es un bizcocho que no requiere levadura y que tiene un sabor muy característico, a mí me recuerda muchísimo a las soletillas. Para elaborar este bizcocho cascaremos los huevos, a temperatura ambiente, y los batiremos con el azúcar y la pizca de sal, con la batidora eléctrica, durante aproximadamente 10 minutos. Estará lista la mezcla cuando los huevos hayan blanqueado, triplicado su volumen, y tengamos una masa a punto de cinta.
El siguiente paso será incorporar la harina tamizada con una espátula con movimientos envolventes y despacito, para deshacer los grumos sin romper las burbujas de aire, que es lo que hace que suba el bizcocho sin levadura.
Pondremos el horno a 180º con calor arriba y abajo y mientras se calienta, untaremos la bandeja de horno con mantequilla o margarina y pondremos papel vegetal tapando bien toda la bandeja, pegándolo bien a los bordes para que luego podamos desmoldar el bizcocho sin problemas. (Cuidad que quede bien pegado el papel si usáis más de una hoja, o la masa se colará por los huecos y os quedará papel dentro del bizcocho)
Volcaremos la masa sobre la bandeja de horno y con una espátula le daremos la forma de la bandeja, repartiendo homogéneamente por toda la superficie.
Al sacarlo tendremos preparada una superficie en la que trabajar, porque tenemos que hacerlo en caliente, y un paño de algodón limpio y enharinado preparado. Daremos la vuelta al bizcocho sobre el paño de cocina, quitaremos el papel de horno y lo enrollaremos para darle la forma del tronco dejando el trapo enrollado, hasta que enfríe sobre una rejilla.
Mientras el bizcocho se enfría podemos hacer el almíbar llevando a ebullición el agua y el azúcar disuelto. Añadir la canela y el anís y dejar que hierva unos 5 minutos.
Con un pincel de silicona humedeceremos toda la superficie del tronco para darle jugosidad.
Ya podemos rellenarlo, como os dije, yo usé nata montada para el interior y la trufa por fuera.
Para darle el toque estético, corté uno de los laterales y lo coloqué de manera que se asemejara más a un tronco real y una vez cubierto todo con la trufa, con un tenedor pequeño hice las vetas de la madera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario