Esta receta es super sencilla y
muy agradecida, la casa huele como una pastelería cuando terminas y además la
haces en aproximadamente una hora, así que no hay excusa para no intentarla.
- Lámina de hojaldre (yo uso la redonda de La
Cocinera)
- Crema pastelera
- 3 manzanas reinetas grandes y maduritas
- Limón
- 250 ml de agua
- 2 cucharadas de mermelada de melocotón con trozos
- Un sobre de polvo para decorar tartas (Lidl)
- Unas guindas para decorar (opcional)
Lo primero será preparar la crema
pastelera para la que os dejo la receta a continuación:
Una vez la tengamos enfriando nos pondremos con la preparación del montaje de la tarta.
Pelaremos las manzanas y las
cortaremos en gajos de no más de un centímetro de grosor, según gustos, pero
tampoco muy finitas y las rociaremos con zumo de limón natural para que no se
oxiden y se pongan feas.
En un molde que os guste
colocaremos el hojaldre con su papel de horno para que no se pegue y lo
pincharemos con un tenedor toda la superficie inferior para que no suba en el
horno. A mí me gusta dejar los bordes sin pinchar para darle una “pared” a la
tarta más gordita.
Extenderemos bien la crema
pastelera para que uniformemente se reparta por toda la superficie de la tarta.
Finalmente colocaremos las
manzanas en circulo lo más bonitas que podamos y rellenando bien los huecos
porque encogen un poco en el horno y siempre queda más bonita bien cubierta.
Metemos la tarta en el horno
entre 20 y 25 minutos a 200ª calor arriba y abajo, siempre vigilando para que
no se quemen ni el hojaldre ni las manzanas; cuando esté todo doradito lo
sacaremos del horno.
La cobertura se prepara mezclando
el agua bien fría, con la mermelada y el polvo de decorar y cuando esté bien
deshecho, lo llevaremos a un cazo y al fuego hasta que hierva, removiendo de
vez en cuando.
Una vez que hierva se apaga, se
deja enfriar un minuto y se extiende por toda la tarta con un pincel. Yo lo
hago de manera generosa porque deja un aspecto profesional incomparable.
Finalmente cortamos un par de
guindas por la mitad y las usamos para decorar el centro de la tarta formando
una flor. Cuando se enfríe la meteremos en la nevera por lo menos 2 horas para que la crema pastelera quede compacta y el resultado os aseguro que no tiene nada que envidiar a la de las pastelerías.
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