- 50 gr. de mantequilla
- 200 gr. de azúcar
- 350 gr. de harina de fuerza
- 250 ml. de leche
- Un sobre de levadura química
- Un huevo
- Nueces y gotas de chocolate
El primer paso será mezclar la mantequilla derretida con el azúcar hasta que quede bien integrado sin granos perceptibles. Añadiremos el huevo y la leche y seguiremos batiendo hasta que quede líquido, homogéneo y sin grumos.
Por otro lado tamizaremos la harina y una vez hecho esto, añadiremos la levadura y la mezclaremos bien con una cucharita. Iremos echando poco a poco en la mezcla anterior, sin dejar de batir para formar la base de nuestro bizcocho.
Cortaremos con las manos las nueces para que queden trozos de un centímetro más o menos y para que no se nos vayan al fondo cuando metamos nuestro bizcocho en el horno, vamos a enharinarlas un poquito (este es un truquito que comparto con vosotros).
Se incorporan a la mezcla batiendo para repartirlas bien y a continuación se echan las gotas de chocolate al gusto, repartiéndolas de la misma manera (yo he elegido gotas porque no se deshacen totalmente y no se mueven del sitio, pero si queréis echar trozos de chocolate, también vale).
Es hora de coger el molde elegido y untarlo bien de mantequilla para que no se nos pegue el bizcocho; no os cortéis, untarlo bien, eso sí, sin dejar trocitos de mantequilla sin extender.