Esta vez traemos un brazo de gitano que preparé el otro día para una comida con mis primos. Éramos bastantes y vivimos a un ratito en coche, así que pensé que sería lo más adecuado para que llegase en condiciones. No es muy dulce, como veréis por los ingredientes, pero algunos de ellos no son muy golosos y otros estamos siempre contando calorías, así que se me ocurrió esta receta, que espero que les gustase.
- 4 Huevos
- 75 gr de azúcar
- 150 gr de harina
- Levadura
- Ralladura de limón (opcional)
- Ingredientes elegidos para el relleno
Hay muchas maneras de hacer el bizcocho para el brazo de gitano, la más común separando las yemas de las claras y montando estas últimas a punto de nieve, pero personalmente me gusta que no sea un bizcocho especialmente esponjoso, sino que quede finito para que al enrollarse no quede sin espacio para el relleno, que es lo importante.
Vamos a echar los 4 huevos enteros en un bol grandecito y añadiremos los 75 gr de azúcar (son aproximadamente 4 cucharadas soperas colmadas) junto con la ralladura de la piel de medio limón si os apetece darle un toquecito cítrico, que yo creo que queda muy bien con el relleno elegido.
Batiremos bien hasta que los huevos vayan blanqueando y se forme espumita, yo he usado la batidora porque me gusta que quede con un aspecto de "mousse" líquido.
Por otro lado mezclaremos 150 gr de harina (unas 6 cucharadas colmadas) con un sobre de levadura química y a continuación iremos tamizando poco a poco sobre la mezcla anterior. Hay que integrarlo todo con movimientos envolventes y poco a poco, de esta manera conseguiremos incorporar mucho aire a la mezcla.
Cuando consigamos que todo quede homogéneo vamos a coger una lámina de papel vegetal y a extenderla en la bandeja del horno (se pueden usar moldes o bandejas más pequeñas, yo necesitaba que quedase lo más grande posible). Verteremos la mezcla en el centro de la bandeja para que vaya expandiéndose hacia los lados y finalmente con una lengua lo repartiremos despacito para conseguir extenderla de la manera más uniforme posible.
Meteremos la bandeja en el horno precalentado a 175 grados durante 10 minutos. Veréis que aunque la capa es muy fina, el bizcocho sube y queda hecho, sin dorarse en este tiempo.
Pasado el mismo extenderemos un paño de algodón limpísimo en la encimera, y sobre él sacaremos el bizcocho con el papel vegetal, que una vez dado la vuelta con mucho cuidado, retiraremos para dejar el bizcocho en el paño.
Es el momento de darle la formá típica del brazo de gitano enrollando con mucho cuidado y ayudándonos del paño, dejando que se enfrie envuelto en el mismo.
Mientras se enfría podemos encargarnos del relleno. No he puesto foto de los ingredientes porque esta receta vale para rellenarse de docenas de maneras distintas y con cualquiera estará deliciosa, a mí personalmente me encanta con crema de cacao y nata, pero en esta ocación he utilizado:
- Frambuesas
- Moras
- Arándanos
- Nata montada casera (1/2 kg más o menos)
- Azúcar glass
- Cobertura de chocolate con leche
Lo primero será lavar bien las frutas y cortarlas a la mitad, salvo los arándanos, para que no queden demasiado gruesas al colocarlas en el bizcocho. La nata yo creo que es preferible tenerla montada del día anterior para que esté muy fría, tras haber pasado horas en la nevera, y así evitar que se derrita mientras el montaje. (La nata de los sprays no vale para este tipo de postres, se hace líquida enseguida y lo estropearía todo, hay que hacerse con una nata buena o como en este caso, preparla en casa con paciencia o ayuda de la Thermomix ;) )
Una vez tengamos el bizcocho frío vamos a quitar el paño con cuidado y desharemos el rollo para poder extender la nata. Yo fui generosa y extendí aproximadamente un centímetro de nata para después ir alternando trocitos de fruta hundiéndolos un poco. Es importante dejar un par de centímetros en el borde sin rellenar porque al enrollarlo vamos a necesitar espacio.
Con mucho cuidado y paciencia envolveremos de nuevo el bizcocho con la forma original, con cuidado de que el relleno no se salga por los lados. El trocito final es un poco complejo pero con cuidado se puede evitar que se salga la nata. Como soy un poquito perfeccionista en exceso rematé añadiendo más nata en los laterales con una espátula y colocando unos trocitos de fruta a la vista. Habrá que meter en la nevera el postre unos 10 minutos antes de darle el toque final.
Quería darle un toque estético y para eso, tamicé azúcar glass por toda la superficie, mientras derretía en el microondas la cobertura de chocolate con leche. Finalmente decoré con el chocolate haciendo un dibujo imitando a una cebra y lo metí en la nevera para que la nata tomara cuerpo de nuevo y endureciera el chocolate.
Con las prisas olvidé hacer una foto con el chocolate ya frío que queda bastante más bonito, pero bueno, así tampoco está mal ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario