lunes, 25 de agosto de 2014

Bizcocho de anís

Hace tiempo que hice este bizcocho para llevarlo al trabajo y desayunar con mis compañeros, pero no había subido la receta, así que hoy que he sacado un rato aprovecho para compartirla con vosotros. Se trata de un bizcocho de anís increíblemente esponjoso y super sabroso, ya que el anís le aporta la humedad necesaria para que resulte delicioso. 

Necesitaremos: 

  • 200 gr. de harina
  • 150 gr. de azúcar
  • 1 y 1/2  cdta. de levadura química
  • 100 gr. de mantequilla
  • 150 ml. de leche
  • 3 huevos
  • 50 ml de anís dulce de Chinchón
  • Una pizca de sal

El primer paso es separar las claras de las yemas. Con las claras de los huevos, una pizca de sal y 60 gr. de azúcar, vamos a montarlas hasta que obtengamos un punto de nieve muy espeso, que podamos girar sin que se vuelque y reservamos. Yo siempre recomiendo la batidora eléctrica porque ahorra muchísimo tiempo, pero obviamente podéis hacerlo "tirando de brazo".












Con las yemas y el resto del azúcar vamos a batir muy bien, hasta que doblen su volumen. Lleva su tiempo conseguir que queden blanquecinas y lleguen al volumen que queremos, así que por lo menos 10 minutos habrá que estar batiendo con la batidora eléctrica. Este paso es esencial para conseguir que el bizcocho quede esponjoso.












A esta última mezcla vamos a añadir la mantequilla derretida, la leche y el anís y seguiremos batiendo hasta integrarlo todo, (veréis que baja un poco al añadir el anís, por eso hay que seguir batiendo).

Finalmente tamizaremos la harina y le añadiremos la levadura. Iremos añadiéndola a la mezcla poco a poco, integrando bien cada parte.


El paso más complicado es el de añadir las claras a punto de nieve a la preparación anterior. Habrá que hacerlo incorporándolas con una espátula con movimientos envolventes para que no se bajen.












Conseguida la mezcla para nuestro bizcocho, sólo nos queda enharinar el molde elegido y llevarlo al horno precalentado, durante 35-40', los primeros 30' a 175º calor sólo abajo y el resto del tiempo hasta que se hornee del todo con calor arriba y abajo. Cuando al pinchar el pincho salga limpio, nuestro bizcocho estará listo.




Cuando el bizcocho se enfríe desmoldaremos y decoraremos, yo he utilizado azúcar glass tamizado, cobertura de chocolate repartida de forma desenfadada, y bolitas de tres chocolates alrededor, que creo que le dan un toque especial.


jueves, 14 de agosto de 2014

Yogur casero desnatado

Este post seguro que a más de uno le llama la atención, normalmente os traigo recetas dulces y por tanto calóricas, pero también podemos elaborar nuestros postres caseros 0%. Hoy voy a enseñaros como hago los yogures aptos para cualquier dieta o simplemente para cuidarse un poco y a la vez eliminamos los conservantes y colorantes.

Necesitaremos:

  • 900 ml de leche desnatada
  • 3 cds de leche en polvo desnatada
  • 1 yogur natural 
  • 1 cd de esencia de vainilla
  • Yogurtera





Entibiaremos la leche hasta notarla caliente pero sin que queme y por supuesto sin que hierva (aproximadamente a 35 o 40º). Mejor quedarse corto que pasarse, porque entonces matas los bacilos del yogur y no cuaja. Pasamos la leche a una jarra.


Añadiremos el yogur y disolveremos bien con la cuchara para que se repartan los bacilos por toda la leche. He utilizado un yogur natural entero sin azúcar, pero al dividirlo en los 6 botes, repartimos la grasa convirtiéndolos en desnatados.


A continuación añadiremos la leche en polvo y removeremos bien (la leche se deshace bastante mal pero luego lo arreglaremos)


Incorporamos la esencia de vainilla y con una batidora (en mi caso una pequeñita) desharemos bien los grumos de la leche en polvo.













Tendremos los botes y la yogurtera bien limpios y secos para añadir la mezcla llegado el momento.


Verteremos el preparado y taparemos los botes con sus tapas. Si lo hacéis con botes de cristal sin tapa no pasa nada, de hecho hay gente que los hace siempre sin tapa, pero en las instrucciones de mi yogurtera dice que se cierren.


Pondremos la tapa a la yogurtera, la encenderemos y la dejaremos fermentando 8´5 o 9 horas (cuanto más tiempo esté fermentando más ácido será el yogur, así que según el gusto se dejará entre 8 y 12 horas).


Pasado este tiempo dejaremos que se enfríen un poco a temperatura ambiente y terminaremos metiendo los yogures en la nevera para que obtengan mejor consistencia y estén preparados para consumirse. A partir de las 4 horas ya se puede tomar, pero lo ideal es dejarlos 24 horas,que servirá además para que espesen un poco más. ¡Os sorprenderá el resultado!


En cuanto a la duración, la verdad es que yo no los dejaría más de una semana y siempre sin haberlos abierto una vez hechos. Son mucho más sabrosos y merecen la pena os lo aseguro.

Permite dejar volar la imaginación y crear todos los sabores que se nos ocurran, de galletas, de frutas, de chocolate, desnatados o no, e incluso utilizando leche de soja o de almendras, es cuestión de probar para conseguir nuestro sabor. Además, y para mí lo más importante, estamos seguros de lo que estamos comiendo, de la calidad, de las calorías y de la ausencia de productos artificiales innecesarios.