Galletas de avena y chocolate

Esta receta ha sido el resultado de probar y probar, de buscar soluciones hasta encontrar una receta de galletas que pudiera comer cualquiera por ser saludable y reducida en calorías y a la vez pudiera ser buenas contra el colesterol, así que estoy muy orgullosa de ella y de poder compartirla con vosotr@s. 

Son muy sencillas y rápidas de hacer y encima están super ricas; permiten infinidad de opciones de sabores. He visto muchas recetas y finalmente he partido de la receta de Isasaweis, que es maravillosa, pero he cambiado ingredientes prescindiendo totalmente del azúcar y el resultado final me ha sorprendido hasta a mí. Espero que os guste y me lo contéis.

Ingredientes:

• 200 gr de copos de avena (yo utilizo integral, pero no es imprescindible)
• 100 gr de harina integral
• 1 huevo
• 100 ml de aceite de oliva virgen (puede ser girasol pero es más saludable la de oliva)
• 3 o 4 cucharadas soperas de miel artesanal (según lo dulces que las queráis)
• Una cucharadita de levadura en polvo
• Una piza de sal
• Opcional: ralladura de dos naranjas, esencia de vainilla y chips de chocolate sin azúcar
• Otras opciones: canela, nueces, pistachos, cacahuetes si las queréis más saladas

Mezclaremos en un bol los ingredientes secos, es decir, la avena, la harina, la levadura, y la sal.

A continuación añadiremos el huevo, el aceite, la miel, y mezclaremos todo hasta que se amalgame la masa.

Finalmente añadiremos los sabores opcionales, en mi caso, la esencia de vainilla al gusto, la ralladura de la naranja y los chips de chocolate negro, y volvemos a mezclar todo.

Encenderemos el horno a 180º calor arriba y abajo y mientras se calienta formaremos las galletas que colocaremos sobre papel vegetal. Formar las galletas es lo más "complicado" de la receta, es necesario humedecerse las manos con un poquito de aceite para poder "pegar" las galletas al formarlas. 

Cogeremos un puñado y formaremos una bola, tipo albóndiga, que luego aplastaremos un poco, no demasiado, dejando un grosor de un centímetro o centímetro y medio para que nos queden con una apariencia de galletas tipo campurrianas.

En el horno estarán unos 15 minutos, tiempo para que se doren. Dejad un poco de separación porque crecen, pero no se expanden. Y este es el resultado, os aseguro que merece la pena probarlas, aunque sólo sea por poder tomar unas galletas sin sentirse culpable ;)

Tiramisú

La cena de Nochebuena es la más importante del año en mi casa y teniendo a la mejor cocinera del mundo preparándola, que es mi madre, encargarme del postre es arriesgado, pero lo hago con todo el cariño del mundo. Tenía pensada otra tarta, pero finalmente pensé que el Tiramisú nos gusta a todos y si está bien hecho es un postre perfecto para terminar una cena especial como ésta.

Ingredientes:

• 300 gr. bizcochos tipo soletilla al huevo
• 500 gr. queso mascarpone italiano
• 150 gr. azúcar
• Café
• 6 huevos
• Pizca de sal
• Cacao en polvo (en la foto hay una tableta porque no encontraba el cacao)
• Opcional licor amaretto o de almendra: yo no lo uso para que lo pueda comer cualquiera.

Es importante que el queso tenga la consistencia necesaria para la crema de este postre, yo he utilizado el del Lidl, que me da buen resultado.

Para tener todo preparado a la hora de elaborar el Tiramisú, haremos el café y separaremos un vaso para que se vaya enfriando.

Una vez hecho esto separamos las claras de las yemas de los 6 huevos y metemos las claras en el frigorífico para que estén bien frías cuando vayamos a montarlas.

Con las varillas eléctricas batiremos las yemas e iremos incorporando el azúcar para blanquearlas un poco.

A continuación incorporamos el queso mascarpone y batiremos hasta que no queden grumos y se haya integrado bien con la mezcla anterior. Reservamos.

Es el momento de montar las claras con una pizca de sal. Una vez conseguida la textura adecuada la incorporaremos con una lengua y movimientos envolventes para evitar perder el aire. Ya tenemos la crema del tiramisú.

En un molde cuadrado o rectangular pintaremos el fondo con el café solo y colocaremos una capa de bizcochos sin bañar, cubriendo bien toda la superficie. Una vez colocados todos pintaremos con un pincel y café todos los bizcochos, pero si pasarse para que la base de la tarta sea consistente.

El siguiente paso es volcar un tercio de la crema y extenderla sobre toda la capa de bizcochos.

Después pondremos una capa de bizcochos que esta vez bañaremos en el café de uno en uno, eso sí, vuelta y vuelta para que no se rompan. 

Repetiremos estos dos últimos pasos con el resto de crema y de bizcochos, hasta tener 3 capas de cada uno. 

Finalmente ayudándonos de un colador o un tamiz, espolvoreamos cacao puro en polvo por toda la superficie (opcionalmente se puede echar un poco entre capa y capa pero yo creo que queda mejor sólo en la capa superior, para no perder sabores).

Montada la tarta la meteremos en la nevera un mínimo de 12 horas, yo creo que lo ideal es dejarla un día entero para que compacte al máximo. El cacao quedará "húmedo" que le da un sabor estupendo pero no queda muy bonito a mi entender, así que yo al servirlo espolvoreo un poco más de cacao por encima.