domingo, 30 de septiembre de 2012

Pan de barra

Hola a tod@s!
Esta receta es muy especial porque no hay nada más satisfactorio en la cocina, al menos para mí, que elaborar tu propio pan. La primera vez que lo haces te sientes super orgullosa y a partir de ahí no puedes parar de investigar y hacer otros tipos de panes.
Requiere un poquito de experiencia en la cocina, pero he tratado de hacer la receta lo más fácil posible para que todos podáis intentarlo. Necesitaremos:
  • 300 gr. de harina
  • 300 gr. de harina de fuerza
  • 300 ml. de agua
  • Sal (aproximadamente 1 y 1/2 cucharita de café)
  • Un cubo de levadura fresca (25 gr.)





Lo primero será echar el agua en un bol y calentarla unos segundos en el microondas y a continuación deshacer con los dedos el cubo de levadura fresca de panadería mezclando todo bien con una cuchara o una espátula hasta que se deshaga totalmente.

 
Sobre esta mezcla añadiremos de una vez los 300 gr. de harina y seguidamente los 300 gr. de harina de fuerza, y por último la sal.
 
 
Con todo preparado empezaremos a amasar bien con unas varillas, bien con una espátula, poco a poco hasta que se integre todo (tarda un buen rato, así que si no tenéis mucha paciencia conseguid una amasadora/batidora eléctrica que son baratitas y os quitan mucho trabajo, pero la recompensa es mayor si se hace a mano).

 
Habrá que ir añadiendo un poco de agua si veis que la masa se queda muy seca y se cuartea o un poco de harina si por el contrario queda demasiado pegajosa y no se despega de las paredes.
Cuando hayamos conseguido una masa lisa y de color homogéneo, elástica y que no se pegue a las paredes del bol, enharinaremos la encimera y la volcaremos sobre la misma.

 
Ahora viene lo más difícil, pero seguro que le cogéis el truco enseguida: hay que bolear la masa, esto consiste en dar golpes con ella contra la encimera mientras giráis la masa hacia adentro haciendo una bola. Repetir esta operación 4 o 5 veces. Amasaremos unos 5 minutos más o menos y meteremos nuestra bola de masa en el bol enharinado para que no se pegue. Mojaremos un poco la superficie de la bola de masa y taparemos con un paño para dejar que la levadura haga su trabajo y haga crecer la masa el doble o el triple de su tamaño, para lo que necesitará una hora (pueden ser dos; dependerá de la temperatura ambiente).











Volvemos a esparcir harina en la encimera y sacamos nuestra gran bola, para amasar y quitarle todo el aire. El movimiento de amasado es sencillo, consiste en coger la masa del borde y traerla hacia el centro y así girando la masa para que se haga el movimiento en todas direcciones.
Si os habéis apañado la primera vez, intentad bolear de nuevo la masa. Si os ha resultado complicado podéis hacer rodar la masa sobre la encimera para darle forma redondita.

 
Con la cantidad de masa que tenemos lo mejor es dividirla en dos para que os entre bien en el horno, así que con un cuchillo bien afilado la dividiremos en dos y repetiremos por tanto la siguiente operación con ambos trozos.

 
Volveremos a poner harina en la encimera y con el rodillo extenderemos un trozo de masa hasta conseguir una forma rectangular más o menos. Ahora por uno de los extremos iremos enrollando hasta el final para conseguir la forma de la barra (aquí podéis ser originales y moldearla como queráis, lo he optado por la manera clásica).











Ahora nos mojaremos un poco las manos para sellar la unión de la barra y que no se nos abra durante el horneado.
 
Tendremos que buscar un vaporizador de agua porque nos será necesario en este punto de la elaboración del pan. Vamos a mojar con el spray las barras y a colocarlas sobre papel de horno estirado en la bandeja.
 
Con un cuchillo bien afilado le haremos unos cortes a lo largo de la barra (un truco que os servirá seguro es que si véis que vuestro cuchillo no está lo suficientemente afilado uséis una tijera de cocina con cuidado).
 
 
Volveremos a mojar con el spray las barras generosamente y taparemos con el paño de nuevo para que vuelva a doblar su tamaño, en días de verano con media hora en un sitio cálido es suficiente.
Precalentaremos el horno a 200 grados calor arriba y abajo y volveremos a usar el spray antes de meter las barras dentro. Durante los dos primeros minutos, cada 30 segundos tendréis que abrir el horno y con cuidado porque el calor es muy intenso, esparcir de nuevo agua sobre las barras. Sé que es un poco pesado pero cuando veáis la corteza os merecerá la pena el esfuerzo.

 
En el horno estará hasta que las veáis bien doraditas, en mi caso fue aproximadamente a los 40 minutos. Y este fue el resultado. Uhmm qué rico!!
 

No se puede apreciar en las fotos el tamaño real de la barra y sobre todo lo esponjoso y blandito de la miga, pero creedme es espectacular, nada que ver con el pan congelado que estamos acostumbrados a comprar en la mayoría de las ocasiones.

Si se divide la masa en cuatro puedes preparar panecillos; yo estos los he hecho con sésamo y amapola:








martes, 18 de septiembre de 2012

Bocaditos de nata

La receta de esta vez seguro que os será útil en innumerables ocasiones, cuando vayáis a visitar a algún amigo, para el postre o para la merienda, se trata de los famosos bocaditos de nata.

Necesitamos:
  • 4 Huevos
  • 150 gr. de Harina
  • 100 gr. de Mantequilla
  • Sal
  • 250 ml. de Agua
  • Nata montada


 
El primer paso será poner el agua en una cazuela al fuego y deshacer la mantequilla. Añadir una pizca de sal.


Cuando esté bien deshecho y mezcladito, añadiremos de una vez los 150 gr de harina, sin dejar de remover con unas varillas.


Mezclaremos hasta obtener una masa homogénea y después retiraremos del fuego. Tendrá más o menos este aspecto.


Pasaremos la pasta a un bol y tendremos que añadir los huevos de uno en uno. Echaremos el primero y mezclaremos hasta integrarlo y así sucesivamente con el resto. Habrá que estar un par de minutos con cada uno para que se absorba totalmente antes de continuar.


Ya tenemos preparada la pasta de los bocaditos. Será el momento de usar la manga pastelera, o algo similar que nos sirva para formar los pasteles y la rellenaremos con nuestra pasta.


Colocaremos sobre la bandeja de horno una hoja de papel vegetal y haremos circulitos con nuestra masa, intentando levantar un poco con la manga. Dejaremos espacio entre ellos para que no se unan.


Los meteremos en el horno a 180º con calor arriba y abajo hasta que estén doraditos (en mi caso fue aproximadamente 13 minutos).

Los dejaremos enfriar sobre una rejilla y sacaremos la nata montada de la nevera para rellenarlos. Con un cuchillo afilado y con mucho cuidado abriremos por la mitad nuestros pastelitos e iremos rellenando con la nata hasta que queden bien gorditos.











Ahora sólo queda servirlos y disfrutar de estos deliciosos pastelitos, eso sí, siempre y cuando estéis rápidos, porque los míos duraron 10 minutos y según los rellenaba iban desapareciendo :)


viernes, 7 de septiembre de 2012

Medias noches dulces

Hola chic@s!!

Hoy voy a enseñaros una receta que yo voy a preparar dulce pero que os servirá en muchas ocasiones también como alimento salado, se trata de las clásicas medias noches. Son sencillas de hacer y con un resultado espectacular, así que os recomiendo que probéis a hacerlas porque os dejarán en muy buen lugar con los vuestros.


Necesitaremos:
  • 50 gr. azúcar
  • 50 gr. mantequilla
  • 50 ml. de leche
  • 1 huevo
  • 200 gr. de harina
  • Un cubo de levadura fresca
  • Ralladura de una naranja
  • Chocolate con leche (7 onzas)
  • Una pizca de sal







Lo primero que haremos será mezclar en un bol el huevo, la leche, el azúcar y la sal, removiendo bien todos los ingredientes para que quede integrado.








A continuación desmenuzaremos con los dedos el cubo de levadura menudito para que se deshaga sin dificultad y le añadiremos la mantequilla. Ahora nos va a tocar remover durante un buen rato, porque si la mantequilla no está en pomada, como me pasó a mí, tarda bastante en deshacerse por completo, y en esta ocasión no la vamos a calentar en el micro.


 






Cuando consigamos que esté todo bien mezcladito añadiremos la ralladura de una naranja grande que os sorprenderá el olor tan intenso que tiene y el sabor que le aportará a nuestros bollos.




 




Sólo nos queda añadir la harina poco a poco, mezclando bien antes de seguir añadiendo más harina y continuaremos integrando todo con las varillas hasta conseguir una masa homogénea.





 






Lo que vamos a obtener es una masa muy pegajosa que será complicado seguir amasándola en el bol, así que esparciremos harina en la encimera y volcaremos la masa para seguir con las manos y con más espacio para maniobrar.






 



Tendremos que ir echándo harina tanto en la masa como en nuestras manos para poder amasar bien hasta que obtengamos una mezcla que no se pegue a las manos y podamos moldearla. Lleva su tiempo, no es una masa sencilla de obtener, pero no tiene misterios, es ir añadiendo harina y amasando en todas direcciones para integrarla bien.


 




Ya la tenemos, así que habrá que formar bolitas con nuestras manos del tamaño que consideremos oportuno, eso sí, teniendo en cuenta que luego crecerán tres veces más. Yo hice siete bolas de unos 3 centímetros de diámetro.











Como las medias noches que os he preparado son dulces, vamos a añadir el chocolate en este momento. Cogeremos una onza del chocolate elegido (a mí me gusta el chocolate con leche) y lo colaremos en el centro del bollo presionando un poquito hacia el fondo.



 





El siguiente paso será doblar los laterales sobre la onza de chocolate y volver a moldear un poco la media noche con las manos para que recupere su aspecto inicial.












Escondida nuestra onza y remodelados los bollos, dejaremos que la levadura trabaje durante una hora para que doblen su tamaño original. Será necesario buscar un lugar cálido y seco.









Transcurrido el tiempo, batiremos un huevo y pintaremos abundantemente las medias noches. Después esparciremos un poquito de azúcar por la superficie, mientras el horno se precalienta a 190º con calor arriba y abajo.





 



Dejaremos en el horno nuestros bollos entre 13 y 15 minutos, hasta que los veáis doraditos y esponjosos, y esto será lo que vamos a obtener...

 

Y el primer bocado os dejará a la vista esta deliciosa visión