Me estreno como colaboradora del blog con una receta sencilla pero deliciosa para los sábados o domingos por la mañana; espero que os guste y os pongáis manos a la obra.
- Azúcar (una cucharada sopera)
- Aceite (una cucharada sopera)
- 200 gr de harina
- Levadura (tres cucharadas pequeñas)
- Sal (media cucharada pequeña)
- Dos huevos
- Un vaso de leche
Lo primero que haremos será batir los dos huevos en un bol grande, al que añadiremos la cucharada de azúcar y la de aceite (bien colmadas), y por otro lado mezclaremos la harina, con la levadura y la pizca de sal.
Una vez hecho esto, volcaremos la mezcla de la harina en el bol de los huevos y comenzaremos a remover para evitar que se formen grumos, será el momento de añadir el vaso de leche, y seguir removiendo hasta conseguir una masa de textura homogénea.
Ya sólo queda calentar la sartén y echar unas dos cucharadas soperas de masa de cada vez (lo mejor es echarlo en el centro de la sartén haciendo círculos para que queden lo más redonditas posibles) y cuando hagan unas burbujitas (en unos 10 ó 15 segundos aproximadamentes) darle la vuelta con cuidado utilizando una espátula.
Con esta cantidad de ingredientes y el tamaño de las tortitas standard que todos conocemos salen unas 10 ó 12 tortitas más o menos, ahora tan sólo resta elegir si se quieren comer con nata y siropes o las preferís saladas con bacon y queso, por ejemplo. Ñam, ñam.